Historias de HRAgile: María y el ERE

LAS HISTORIAS DE HRAGILE

De cuando en cuando compartimos una historia de “una situación” que puede vivirse en áreas de Gestión de Personas y Recursos Humanos. Por favor léela como una historia donde cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Para cada historia te invitamos a hacerte algunas preguntas interesantes y finalmente compartimos nuestra reflexión personal. El objetivo es doble: Por un lado que el relato te genere algún tipo de emocionalidad y por el otro practicar con simulaciones reales para aprender a detectar comportamientos, creencias y estructuras de pensamiento jerárquicas, autocráticas y anti-agile.

LA HISTORIA: “María y el ERE”

  • Ring! Ring!

El teléfono sonaba por tercera vez mientras el mismo pensamiento volvía a la cabeza de María: “Es el móvil de empresa. Debería cogerlo. ¡Quizá es importante… pero es que estoy tan cansada!”.

La diferencia con la vez anterior que el móvil sonó durante la mañana es que esta vez su cuerpo se movió cual autómata y su dedo se deslizó suavemente por la pantalla en dirección vertical.

  • Si! Dígame!
  • María, te he estado llamando toda la mañana.

Esa voz era imposible de confundir. Era fácil de reconocer. “Marcos, el director general”, pensó María.

Desde que María aceptó la promoción a su actual role de directora corporativa de Recursos Humanos esa voz había invadido no solo sus horas y vida profesional, sino también algunos de sus espacios y momentos personales.

  • Dime Marcos, ¿en qué puedo ayudar?
  • Tengo malas noticias y necesito que estés al 200% en las próximas semanas…

María nunca supo si fue el tono de voz o si fue su intuición, pero un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

  • … Como ya viste en el último comité de Dirección la previsión para los próximos meses no es buena… De hecho, es mala. Muy mala. Y tenemos que prepararnos para un “duro invierno”. Tenemos que tomar medidas drásticas. No nos queda más remedio que abrir un Expediente de Regulación de Empleo.

El mundo de María se vino abajo. Ella no había aceptado esta nueva posición para “eso”. Su motivación estaba puesta en llegar a este puesto en la organización para poder disponer de algo más de cuota de poder y así ponerla a disposición de las personas. Ser directora corporativa de RR.HH. solo tenia sentido si con ello podía ponerse al servicio de las personas para cuidarlas, priorizarlas y desarrollarlas. ¡!Ella no estaba ahí para esto!!

“¡!Esto no debería estar pasando!!”, pensó Maria con fuerza. De hecho, con tanta fuerza que su cabeza parecía que quería estallar.

  • ¡María!, ¡María!, ¿Sigues ahí?
  • Sí, estoy aquí Marcos – Contestó compungida
  • Bueno, entiendo que puedo contar contigo. Vas a tener que tomar decisiones muy difíciles y afrontar conversaciones complicadas en los próximos meses, pero yo sé que tú puedes.

María no sabia que responder. Por un lado, se daba cuenta de todos los movimientos de micro-control, de autoridad y de jerarquía que se estaban dando en esa conversación telefónica, incluso bajo el disfraz de “cuento contigo” o bajo el mensaje de “tu puedes”. No en vano hacia unos meses había finalizado una formación de liderazgo agile que le había abierto los ojos y que ahora le permitía contrastar sutiles diferencias entre el AgileLeadership y las formas más conocidas de liderar.

Pero en ese momento María solo pudo abrir la boca para que surgieran unas pocas palabras:

  • Claro Marcos, cuenta conmigo.
  • Perfecto María. Sabía que no me decepcionarías.

Al colgar el teléfono María no pudo evitar caer de rodillas al suelo y llorar. Lágrimas de impotencia. Lágrimas de decepción. Lágrimas de cansancio. Cansancio de un sistema y de una forma de trabajar donde los procesos y los procedimientos pasan por encima de las personas disfrazados de “no toca más remedio” o “no es posible hacer otra cosa” o “es para salvar al resto”.

Lloraba entre otras cosas para evitar hacer algo de lo que pudiera arrepentirse. Lloraba en una elección inconsciente entre tristeza y furia. Al fin y al cabo los niños tienen que comer y la hipoteca espera pacientemente al día 28 para recordarle a Maria que no es libre. O al menos, no tan libre como ella creía.

PREGUNTAS QUE TE INVITO A HACERTE

  1. ¿Cuál ha sido la parte de la historia que más te ha llamado la atención? Repásala mentalmente y luego pregúntate, ¿Qué tiene eso que ver conmigo?
  2. Después de la lectura, ¿De qué te has dado cuenta?
  3. Reflexión. ¿Quién ha decidido el ERE y quién parece finalmente que sea la responsable de llevarlo a cabo?
  4. ¿Crees que realmente María podría negarse sin consecuencias para ella? Entonces, si no es una propuesta, ¿Qué es?

NUESTRA REFLEXIÓN

Personalmente me llama la atención la frase de “prepararse para un duro invierno”, puesto que nos invita a comparar como las personas se preparan para los inviernos en las organizaciones y como se prepara la naturaleza para el invierno.

Los árboles de hoja caduca, por ejemplo, viven entendiendo que la vida es un ciclo y que no se debe ni se puede vivir siempre en eterno crecimiento, siempre entregando frutos, siempre produciendo. Estos árboles se preparan con tiempo para el invierno. De hecho, le dedican toda una estación a prepararse: El otoño. Durante esa estación los árboles PRIORIZAN por aportación de valor. ¿Qué es aquello de lo que podemos prescindir y que es aquello que forma parte de nuestra esencia?. De esta manera en otoño sueltan y dejan ir las hojas para conservar lo importante: ”El tronco del árbol”.

Otro ejemplo es el de tus abuelos o bisabuelos si eran agricultores. Desde su gran sabiduría tenían otras técnicas para pasar el invierno. Una de ellas, y muy efectiva, por cierto, era guardar víveres de la recogida del verano sabiendo que el invierno llegaría.

Pero, ¿Qué sucede hoy en día con muchas empresas?

En primer lugar, está claro que niegan el invierno y son dirigidas desde la creencia del crecimiento constante como indicador de éxito. ¡Crecer y crecer! ¡producir y producir! Y hacerlo como si vivieran una eterna primavera-verano, entregando frutos y dividendos constantemente. Un año cierran con beneficios de cientos de millones y al año siguiente despiden al 12% de la plantilla. Insólito.

En segundo lugar, viven y laboran desde una confusión total sobre lo que es “el tronco del árbol” y lo que son “las hojas prescindibles”.

Mi reflexión: ‘Cuando una empresa considera que las hojas son los/as empleadas/os y al llegar el invierno hay que desprenderse de ellos/as, me surge la pregunta: ¿y entonces que hay en el tronco?… y me viene una respuesta: ¡El tronco está vacío!’.

AUTOR

Juan Antonio Gómez es Investigador y Divulgador de Agilidad Organizativa y Técnica aplicada en y desde HR así como consultor y formador de Agilidad, softskills y programas de desarrollo competencial donde acumula más de 3.000 horas de experiencia. Coordinador Académico y profesor de HRAgile y AgileLeadership en universidades y Escuelas de Negocio. Experto en DesignThinking aplicado en procesos de RRHH. ScrumMaster nivel Autoridad. Fundador de la plataforma y escuela hragile.online, ha acompañado en procesos de transformación Agile y/o ha formado en HRAgile a cientos de profesionales de RRHH y gestión de Personas de empresas como Cellnex Telecom, SGAE, HotelBeds, Gameloft, Codorniu, Sedatex, Seat, CeloFixing, KernPharma, Gonvarri Industries, Luxottica, McDonalds, Indukern, Stefanini, Rubi, AirProducts, Credibanco, Schneider Electric, etc.

Si te interesa puedes saber más adquiriendo el libro “66 ideas para ser agile en HR” o bien inscribiendote a algunos de los cursos de Agilidad en RR.HH. como por ejemplo el curso de “EmployeeExperience-DesignThinking-Innovación en HR- ProductOwner”-12horas